Para entender mejor la inesperada historia de este barrio debemos trasladarnos a 1521, donde la Ciudad de Panamá es fundada como la primera ciudad española en el litoral pacífico. En 1671 la ciudad fue atacada y saqueada por el pirata Henry Morgan, dejando sólo sus ruinas y obligando a sus habitantes a trasladarse a la península suroeste bautizada como San Felipe, lo que es hoy nuestro querido Casco Antiguo.
Es aquí, donde por casi 300 años, se han vivido los hechos más importantes de la historia panameña desde la ocupación española hasta nuestra independencia. Y donde podemos admirar las obras más importantes en Panamá plasmadas en su variada arquitectura. En el Casco Antiguo vemos edificios de arquitectura colonial, francesa, afroantillana, neoclásica, y hasta algunas muestras de art decó, razón que le valió su inclusión en la lista de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El deterioro de los edificios en San Felipe comienza luego de que la elite panameña comenzara a mudarse a nuevos barrios en boga como lo fueron Bella Vista y La Cresta en los años 40. Se acentúa en la década de los 70 cuando se crean leyes de vivienda, que con la intención de proteger a los inquilinos congela los arrendamientos, y hace prácticamente imposible el desalojo de los edificios para su restauración. Esto causó en muchos casos, que los propietarios abandonaran inclusive la administración de los viejos caserones, por lo difícil que resultaba su mantenimiento.
Es así como desde el año 1995 Inmobiliaria San Felipe ha liderado la iniciativa de recuperar este valioso barrio, y convertir al Casco Antiguo en el centro histórico cultural y turístico de la ciudad más visitado a nivel nacional y regional. Hoy en día reconocido por su seguridad, valor arquitectónico e inigualable belleza.